El fútbol es un mundo conservador. Está quien dice que la tecnología no debe asomar sus narices para gobernar un partido, que debemos dejar solo al árbitro con sus errores porque estamos ante un juego de humanos, aunque Messi nos quiera hacer creer lo contrario. La FIFA, después de muchas vueltas, anunció que durante la Copa de las Confederaciones en Rusia, como prólogo al Mundial, se utilizará un detector de goles para paliar injusticias como las que vivió Frank Lampard en Sudáfrica. La modernidad se aparece ahí con todo aunque desde hace tiempo se metió en el fútbol por goteo, en las hendijas que fue encontrando: las pelotas impermeables, los botines inteligentes o las camisetas ultralivianas son algunos ejemplos. Y todos llegaron sin que nadie discutiera si esos avances le quitan humanidad al fútbol.
1930 - La pelota sin tiento
La pelota de cuero la inventaron los chinos, pero la pelota sin la costura de tiento se inventó en Bell Ville, Córdoba. La patentaron Romano Polo, Antonio Tossolini y Juan Valbonesi el 20 de abril de 1931 bajo el N° 35.779. Antes de eso, cabecear podía implicar una herida. Los cordobeses encontraron un sistema con la válvula dentro de la cámara y una costura invisible. Todavía perdura. En Bell Ville hay una calle para cada inventor y un monumento a la pelota.
1950 - Los guantes
Amadeo Carrizo los vio en 1957 en un amistoso entre Argentina e Italia. Y se trajo dos pares. Los guantes habían debutado cinco años atrás en Escocia. Amadeo contó alguna vez que para no llamar la atención los entró enganchados en el elástico del pantalón y se los puso un rato antes de que empezara el partido. No eran lo que son. Apenas tenían felpa en la palma. Ahora se fabrican con distintos diseños y materiales, sobre todo con látex, para mejorar el agarre.
1960 - Las bebidas isotónicas
Miguel Ignomiriello, entrenador de inferiores de Estudiantes en los 60, cuenta que le echaban sales al mate cocido de los jugadores. Fueron los primeros, dice, en tomar lo que sería conocido bilardianamente como Gatorei. Aunque hay otros registros previos, la bebida rehidratante, tan utilizada hoy por futbolistas, nació en la Universidad de Florida para el equipo de béisbol Florida Gators. De ahí el nombre. Dejamos una receta para hacer en casa: un litro de agua, una pizca de sal, una pizca de bicarbonato, dos cucharadas soperas de azúcar (o miel) y el jugo de dos limones.
1970/1980 - Las pelotas impermeables
En los 70 comienza la carrera tecnológica de las pelotas. Nacen los 32 gajos en forma de hexágonos y pentágonos, cosidos a mano, blancos y negros, que marcaron a los posteriores. LaTango, que se utilizó en el Mundial 78, comenzó con los cambios de motivos. En España 82, se fabricó el mismo modelo pero impermeable, gracias al agregado de poliuretano al cuero. La tecnología, en este caso, rueda tan rápido como la pelota: cada año son más livianas y más resistentes al agua. La sufren los arqueros.
1990 - La creatina
Zinedine Zidane lo admitió cuando dejó Italia para jugar en el Real Madrid. "En la Juve tomaba creatina", dijo. El equipo de Marcello Lippi que ganó nueve títulos entre 1994 y 1998 terminó envuelto en un escándalo judicial por acusaciones de doping. La Justicia encontró 248 fármacos en el club. La creatina, un derivado de aminoácidos para ganar energía y tamaño muscular, no se considera doping y se utiliza como suplemento. Aunque se dice que ya en los 60 la utilizaban los atletas de la Unión Soviética; a los Juegos Olímpicos de Atlanta 96 se los llamó "los juegos de la creatina".
1990 - Las camisetas ultralivianas
Algunas camisetas son pesadas por los colores, dice el lugar común, pero mucho antes eran pesadas por el material con que se fabricaban. El chivo se acumulaba y había que jugar con ese plomo pegado al cuerpo. Pero, en los últimos veinte años todo ha cambiado, desde que aparecieron las tecnologías Dry-Fit/Clima-Cool/Dry-Cool/Dry-Team, depende de la marca que se mire, todas con nombres compuestos. La clave es la microfibra de poliéster que absorbe la humedad y hace que se evapore rápidamente. Así cualquiera transpira la camiseta, como pide la hinchada.
2000 - Los intercomunicadores
Vemos a los árbitros con el micrófono pegado a la mejilla, los auriculares en los oídos, y nos parecen actores de stand up. Algo de teatral había en Javier Castrilli, que lo utilizó por primera vez en 1995 después de inspirarse en la película El guardaespaldas. Once años después la FIFA lo oficializó. Fue en el Mundial de Alemania 2006, donde a otro argentino le vino al pelo: Horacio Elizondo expulsó a Zidane después de que el cuarto árbitro le contara por el intercomunicador sobre el cabezazo que le había dado a Materazzi.
2008 - La espuma en spray
Es la segunda modificación del arbitraje y aunque a esta altura parezca jactancia, juramos que no lo es: también es un invento argentino. El aerosol evanescente que se utiliza para marcar la distancia de 9,15 metros en los tiros libres es una idea del periodista Pablo Silva. Del spray sale una línea blanca lo suficientemente gruesa como para que se vea, resistente a la lluvia, y que se esfuma con rapidez. Se instaló en el fútbol argentino, pero será usado en todo el mundo.
2010 - Los botines inteligentes
Desde los primeros calzados que crearon los hermanos alemanes Adolf y Rudolf Dassler a principios del siglo pasado, todo fue innovación. Desde el material hasta la forma y los tapones. Pero ninguno como los botines inteligentes de Messi, que le tiran toda la información sobre su rendimiento en la cancha: velocidad promedio, cantidad de pasos, niveles de intensidad y movimientos. No patean solos, pero ya sabemos que Messi no lo necesita.
2012 - El detector de goles fantasmas
Un fantasma recorre las canchas del mundo, son los goles que no parecen goles. La FIFA ya adelantó que aplicará tecnología para terminar con los goles fantasmas. En la Premier League se usará el Ojo de Halcón, igual que en el tenis, aunque no está definido el sistema para 2014. Puede ser también el GoalRef, que ya se utilizó en el Mundial de Clubes pasado y se trata de un sistema de sensores en el arco y un chip en la pelota. Si entra, le avisa al árbitro. Todo sea para que no haya más injusticias. Ni suspicacias.